Me perdí en tu mirada, desde el primer día, no por tu rara belleza y tampoco por tus ligeros ojos; me perdí ahí donde tu alma me hablaba.
Divisé tus ojos acariciándome el alma, esos ojos ligeros analizándome toda.
Y yo perdiéndome en tu mirada.
Hoy que perdí tu mirada, se me flaquea el alma; hoy que no estás más conmigo se me apaga el brillo en la mirada.
Aquel día, aquella nuestra cita primera, fuimos cómplices en miradas, luegos nos volvimos más cercanos, más inseparables; hasta ayer con nuestras última palabras.
Hoy que no estás más a mi lado, extraño tu mirada acariciándome el alma, aunque aún te amo, te pido que no vuelvas más a mi lado.
Derechos reservados de IJ Venus (Obra: Mis escritos)
Un buen post para cerrar la noche.
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